viernes, 4 de junio de 2010

LA PEQUEÑA PRINCESITA 5

La pequeña princesita
PARTE 5
La Historia de Alexander.

"Mi padre fue un gran rey, tenía grandes ideas de unión para los mundos. Era respetado y amado, pero como todo rey, mi padre tenía enemigos, hombres viciosos que solo buscaban el bien propio y el de sus riquezas. A estos hombres no les gustaba las ideas de mi padre, ya que perderían su control sobre la gente débil.
Mi padre buscaba ayudar a todos, crear un mundo con iguales, y esta es una idea amenazadora para los que viven de la pobreza de otros.

Desde que yo era pequeño mi padre se dispuso a enseñarme y educarme con sus ideales, busco a los mejores maestros para que estos me enseñaran, me lleno de ideas y de conocimientos, culturales y para las batallas.
El día que cumplí 16 años, mi padre organizo un gran festejo, donde personas de todos los mundos viajaron para festejarlo conmigo. La fiesta fue maravillosa, todos cantaban y bailaban, caras felices se veían por doquier.
Pero no todo salió como debía, los enemigos de mi padre aprovecharon la oportunidad de los festejos para hacer lo que llevaban planeando mucho tiempo.

Cuando mi padre salió a la terraza del palacio a tomar aire, lo mataron. Una daga al corazón. No paso mucho tiempo para darnos cuenta de lo que había sucedido.
No pude llorar a mi padre como debía, ya que en ese momento me convertí yo en el Rey. Mi mundo, el mundo de mi padre, me necesitaba, necesitaba que yo fuera fuerte. Así que lo fui. Organicé una búsqueda para encontrar a los que había matado a mi padre, y los mate yo mismo.

Comencé mi reinado con sangre en las manos, pero sobretodo con odio y rencor. Este fue mi primer error, deje que la venganza se apoderara de mi, y poco a poco esta me hizo olvidar los valores e ideales que mi padre me había impartido. Me volví ambicioso, y para el festejo de mis 17 años yo ya había conquistado lugares que mi padre ni soñaba con obtener. Era Rey de muchos mundos. Me temían, así que me respetaban. Y además yo continuaba con mi campaña para buscar cualquier persona relacionada con la muerte de mi padre.
Comencé a recolectar tesoros de mis conquistas, conocimientos de otros mundos, los acumulaba, miles de estos, pero siempre quería más. Busqué artículos extraños y es así que me encontré con Zoila.

Zoila, poseía algo que yo deseaba, una especie de inmortalidad, Zoila no envejecía. No tarde en darme cuenta que todo esto lo controlaba por medio de un pequeño reloj. Sabía que no me lo iba a dar, por que su vida estaba atado a el. Decidí que la mejor manera de obtenerlo era amistar con Zoila hasta que ella estuviera dispuesta a dármelo personalmente. Tiempo paso y Zoila se dio cuenta de mi plan. Enojada decidió castigarme.

Primero hizo que el tiempo pasara lentamente, que todo a mi alrededor se moviera con gran velocidad, excepto yo, yo no avanzaba, yo me quedaría como estaba. Y así también junto todas las posesiones y tesoros que yo había obtenido en mis batallas y conquistas, todo el conocimiento y creó este lugar, donde yo pasaría el resto de el tiempo hasta que me diera cuenta de los errores que había cometido. ¿Como es que una mujer venció a el gran Rey? Todavía no lo sé.

No le guardo rencor a Zoila, ya que, tiene razón, y todo el tiempo que he pasado en este lugar solo y sin cambiar me he dado cuenta que debí de haber seguido el ejemplo de mi padre y no dejarme consumir por la venganza e ideas de inmortalidad, ya que la inmortalidad no es lo que pensaba, es solitaria.

Y en cuento a el reloj. Zoila lo escondió aquí, y es así que dijo que solo alguien de corazón noble y con una intención desinteresada podría encontrar el reloj. Y así es que Zoila perdió su tiempo, por que al hacer esto, ni ella ni yo podemos encontrar el reloj. Ambos tenemos buenas razones para encontrarlo, pero me he dado cuenta que le pertenece a Zoila, después de todo es de ella, y Zoila no puede partir de su mundo sin el. Y yo necesito terminar mi castigo, he aprendido mi lección, solo me falta una pequeña parte para terminar esto, y es aquí donde entras tu. Si yo te ayudo, puedo terminar mi sentencia y talvez al salir de aquí pueda corregir mis errores, los muchos que cometí. Zoila podrá partir, y tu, tu pequeña niña, nos habrás ayudado a ambos y nosotros te ayudaremos. Ahora entiendo, ahora lo entiendo todo."

Alexander termino su historia, el enojo ya no se mostraba en su cara, parecía que por fin había encontrado paz, una respuesta que llevaba buscando por mucho tiempo.

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