lunes, 22 de marzo de 2010

Elizabeth

Elizabeth
Por Carla Sierra

Nunca es fácil será una mujer en la corte, y no ha sido fácil para mi. No pretendo que esto sea un diario, por que esta no es tanto mi historia, sino la historia de mi Reina, a la que tanto amo y respeto. No espero que esta historia sea leída y pienses en mi vida, sino quiero que vean a mi Reina con los ojos que yo la veo, quiero que lo lean y sientan que están sentados a mi lado cepillando los largos y bellos cabellos rojizos de Elizabeth.

Cuando la reina fue coronada tenia 25 años y yo apenas era una dulce niña de 11 y no pasarían 3 años hasta que yo llegara a formar parte de la corte.
Justo cuando cumplí 14 años mi madre que siempre había servido a los Tudores, así como mi padre, decidieron que era hora de que trabajara para la reina.
Recuerdo la primera vez que la vi, fue hipnotizante por la gran cantidad de ropaje, joyas , cabello y belleza que poseía.
Inmediatamente me hice una de sus muchachas, esto implicaba que iba a casi todos los lugares con ella, la ayudaba a vestir, a peinar, jugaba cartas con ella, cantaba para ella, bailaba, entre otras cosas.

La reina siempre sonreía, y su belleza siempre hacia que los hombres la miraran. Muchas veces tuve que encubrir a la reina por las horas que pasaba con el caballero Robert Dudley en su alcoba.
Muchas personas llegaron a juzgar a la pobre de mi reina Elizabeth, y todavía lo hacen, por la relación que tenía con este hombre ,amigo de su infancia.

Por mi lado yo se que fué la época en que más feliz vi a la reina, a pesar de que siempre tuvo y tiene que vivir con los prejuicios de muchos hombres de la corte y católicos .En sus primeros años como reina todavía se podía ver en ella un destello de juventud, de felicidad, incluso de tranquilidad.
Yo notaba la manera que veía a Robert Dudley, era como si por unos momentos dejara de ser reina y se convertía solamente en Elizabeth, mujer enamorada y el en Robert, hombre enamorado.

Así también recuerdo no hace muchos años cuando murió Robert, creo que fue uno de los días más difíciles de la reina, a pesar de que a partir de ahí vivió muchos días terribles, como los días que la trataron de asesinar.
Mi Reina todavía guarda en un a caja de su alcoba, la ultima carta que le escribió Robert. Creo que fue al único hombre que ha amado, o talvez me equivoco, por muchos momentos he llegado a pensar que puede amar a Sir Walter Raleigh, que se encarga de ayudar a la reina, y luchó con ella contra la flota española . Si no fuera por el y otros hombres valientes e inteligentes, Inglaterra hubiera perdido la Guerra. Pero sobretodo, si no fuera por mi Reina, Elizabeth, Ingalterra hubiera muerto.
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