Perdón por la tardanza pero he estado muy ocupada, así que por fin aquí esta:
PARTE ONCE
No se por cuanto tiempo corrí sin detenerme, el camino hacia el nuevo planeta era largo y no quería detenerme por miedo a que la horrible mujer y su bestia me alcanzaran de alguna manera.
Después de un largo rato por fin puse pie en el siguiente planeta.
El miedo que había sentido todo este tiempo al correr desapreció inmediatamente y un nuevo sentimiento se apodero de mi.
Era difícil negar lo hambrienta que me sentía cuando frente a mi se encontraba comida colgada en árboles, había miles de estos. Todo parecía exquisito, camine con lentitud observando todo a mi alrededor. De los árboles colgaban dulces ,frutas de colores extravagantes, pasteles humeantes, helados perfectamente congelados sin derretirse y muchas cosas más. Quería probar todo, pero no sabía por donde empezar. Mientras más me introducía en el bosque de delicias los árboles de llenaban de más comida.
Me acerque a un árbol con rollos de canela colgando de sus ramas decidida a probar uno, antes de que siquiera pudiera tocarlo un sonido detrás de mi de hizo voltear rápidamente, frente a mi se encontraba un niño pequeño, este tendría alrededor de 4 años, era regordete con ojos muy pequeños, su nariz también era pequeña, pero su boca era más grande de los normal, lo cual hacía lucir su cara extraña.
Detrás de el algo más se movió y más niños comenzaron a aparecer, todos se parecían mucho, solo variaba su estatura y color de cabello. Los niños me miraban con curiosidad. El pequeño que primero había visto abrió su grande boca y una risa escapo de ella. Los demás le copiaron y el bosque de delicias de lleno de risas.
Sin darme cuenta yo también me comencé a reír.
Todavía riendo los niños regordetes se movieron hacía mi y tomaron mi mano jalándome para que los acompañara.
Nos adentramos al bosque tomando la dirección de donde habían provenido los niños, reíamos sin parar, cada vez más fuerte, todavía no sabía por que nos reíamos pero no lo podía evitar, su risa era increíble e irresistible.
Llegamos a una apertura de el bosque y salimos de este, en ese mismo momento los niños pararon de reír, uno de ellos levanto su pequeño brazo y señalo hacía el frente, levante mi cabeza para encontrarme frente a una gran mesa. Esta era la más grande mesa que jamás hubiese visto, esta se extendía y no podía ver hasta donde terminaba, en la mesa se encontraba un banquete de comida interminable.
Continuamos caminando, no podía dejar de mirar la comida, sentía como mi boca salivaba. No recordaba cuando fue la última vez que comí algo, o siquiera que es lo que solía comer en mi pequeño mundo. Los niños se detuvieron y cuando levante mi cabeza de el gran banquete pude ver que habíamos llegado al final de la mesa, frente a mi se encontraba un hombre extremadamente grande, su cara era muy parecida a la de los niños, pero en ella se veían más años, su cuerpo era al menos 15 veces mas grande que el mío en cuanto a anchura.
Los niños se acercaron al hombre y se pararon a su lado.
-“¿Has probado algo de mi banquete niña?” me pregunto.
Su voz era rasposa. Su aspecto me asustaba un poco, la manera en que estaba sentado, como me observaba, como se encontraba rodeado de comida y niños regordetes.
- “Te hice una pregunta”- continuo diciendo el hombre.
- “No señor, no lo hice.”
- “¿Comiste algo de mis árboles, probaste algo, lo que sea?”
- “No señor, no lo hice”, conteste por segunda vez.
El aspecto de el hombre cambio inmediatamente, una sonrisa de pinto en su cara y sus ojos se llenaron de algo que no reconocía, un brillo extraño.
Los niños sonrieron y las risas comenzaron a surgir de sus bocas de nuevo.
- “Muy bien niña, pues aquí frente a tus ojos tienes el mejor y más delicioso banquete de comida que jamás vayas a encontrar, nunca probaras algo como lo que esta aquí en este planeta. Me sorprende que hayas llegado tan lejos sin probar algo, sin caer en la tentación de comer. Raros casos como los tuyos se presentan aquí. Así también me da gusto que mis pequeños te hayan encontrado a tiempo.” -
- “¿A tiempo?”, El hombre hablaba con velocidad y sin hacer pausas, pero había entendido claramente lo que había dicho, sin embargo, muchas preguntas cruzaban por mi cabeza.
-“Si a tiempo niña, me temo que si ya hubieras probado algo de comida sería difícil que salieras de aquí. Veras si lo que quieres es quedarte y comer por siempre los mejores platillos de tu vida lo único que tienes que hacer es comer aquí comigo un solo platillo.
Si así lo decidieras te quedarías aquí con mis pequeños, es difícil salir de aquí ya que un probar esta comida te aseguro que no querrás marcharte. Pregúntale a estos niños si no me crees, y con el tiempo incluso te parecerías a nosotros, pertenecerías a una familia. Somos una familia muy feliz. Ahora si quisieras seguir tu camino, pues márchate ya, pero no comas nada de nada. “
La verdad es que no sabía que pensar, en un principio estaba convencida que no querría quedarme aquí aun que la comida fuera lo más delicioso de todos los planetas, pero cuando menciono que pertenecería a una familia, sentí algo extraño, algo que no había sentido en mucho tiempo.
El dolor de estar sola, abandonada, sin nombre, sin nadie a mi lado, sin una identidad. Por más extraño que este lugar fuera, podría fácilmente pertenecer, sentirme apreciada, querida, poder reír como lo hacen estos pequeños niños tan fácilmente. ¿Cuándo fue la última vez que había reído antes de llegar aquí?. La risa era algo que también había extrañado, pero no sabía ni por que, no recordaba precisamente con quien reía en un pasado, el por que me agradaba tanto reír, sonreír.
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SI QUIEREN LEER LAS PARTES ANTERIORES DE ESTA HISTORIA EN EL BUSCADOR DE EL BLOG PONGAN "LA PEQUEÑA PRINCESITA" Y LES APARECERAN, O SIMPLEMENTE BUSQUEN ABAJO :) GRACIAS LECTORES IMAGINARIOS.
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